Madeira, Portugal, diciembre 2013
No hay dos puestas de sol iguales. Desde el mirador del cabo Girão, al sur de Madeira, había un buen lugar desde el que intentar fotografiar al sol poniéndose. Pero la tarde no estaba clara, están estas nubes que confunden el cielo y el mar e impiden que el color sea anaranjado. Pero no por eso me iba a quedar sin foto.
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