Porto Moniz, Madeira, diciembre 2013
Al acabar la jornada turística, y mientras esperábamos la cena en una terraza junto al mar, aproveché para experimentar con algunas fotos nocturnas, de exposición de 30 segundos. No tenía ni idea de cual podía ser el resultado, pero estoy encantado con lo que me salió. La luz de las farolas dejan un residual anaranjado en las rocas, y la larga exposición unas estelas fantasmales. La lástima es que me quedó torcida la línea del horizonte, y no la he arreglado.
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