Nueva York, septiembre 2011
El puente de Brooklyn es posiblemente el más conocidos de los que salen de Manhattan. Y mucho antes de viajar a Nueva York tenía claro que le dedicaría un rato a cruzarlo a pie. Son dos kilómetros de puente, por lo que el paseo es importante. Y no era el único con esa idea, una gran multitud de gente paseaba por allí, muchos con cámara en mano. Por eso los encuadres los tenía que subir algo, para que no apareciesen cabezas.
En ese momento, el sol ya estaba bajando, y en dirección a Brooklyn dejaba la luz anaranjada del atardecer que no iba a desaprovechar, y casi todas las fotos son de la estructura. Como esta, donde además de uno de los pilares me centré en los cables de sujeción, en lo impresionantes que son (en una vista de perfil del puente se pueden apreciar mejor).
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