Garciaz, febrero 2016
Con motivo del día de la mujer, en la tienda Pussycat de Mérida están organizando varias actividades. Y me comentaron que podía colaborar en una exposición colectiva sobre visiones del sexo femenino. Pero ¿qué podía yo hacer? Me dieron una idea, de buscar en la naturaleza rincones que puedan parecer una vulva, y dio la casualidad que al día siguiente, en una ruta senderista entre castaños, me encontré con un agujero en un árbol que me servía. Además de esa idea, iba pensando en que en ese agujero, representando el sexo, ha de entrar quien quiera su propietaria, resumido por la frase "Reservado el derecho de admisión". Y por último, para mi afición actual por fotografiar Playmobil para Instagram, iba preparado con el muñeco de una mujer para esta foto, tomada con el móvil.
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