Mérida, mayo 2015
Buscaba hacer fotos de cigüeñas que tuviesen algún atractivo, algo diferente, que no requiriese un gran teleobjetivo. Una idea era aprovechar la luz de la tarde, y si pudiese incluir la luna en el encuadre, pues mejor. No costó mucho encontrar un punto de vista, ya que en el acueducto de los Milagros hay muchísimas cigüeñas anidando, y solo hay que buscar la que más se ajuste.
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