Sierra de Gredos, agosto 2014
Los pequeños riachuelos en montaña son perfectos para probar fotos de larga exposición. Es fácil encontrarlos en sombra y hay saltos de agua o piedras que los diferencian unos de otros. Tan solo hace falta encontrar un lugar donde poner el trípode. En esta ocasión no había saltos, pero quise probar una exposición lo más lenta posible que me permitiese la luz del entorno, y me dejó el curso del agua con un color blanquecino, fantasmal.
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