Salema, Portugal, abril 2014
Considero que lo más interesante de esta foto es la pequeña historia que lleva detrás: paseando por la pequeña playa de Salema estaba esta gaviota que, en lugar de lo que normalmente hacen los animales al ver a la gente, huir, se quedó allí quieta, esperando que le hiciésemos unas fotos. Esta es la segunda que le hice, donde además la cogí paseando sobre la arena, y reflejándose sobre el agua que quedaba en la arena.
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