Opole, Polonia, septiembre 2013
Al llegar a una plaza de Opole, me encontré con una fuente que choca brutalmente con el entorno. La fuente en sí es curiosa, no está nada mal, pero no encaja nada con el lugar en el que está, ni con la arquitectura del pueblo (o ciudad, no sé qué es). Y como estaba en un banco, justo delante, descansando un rato, aproveché que llevaba el mini trípode para hacer una foto de larga exposición, y así dibujar los chorros de agua.
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