Mérida, septiembre 2013
Tenía pendiente hacer alguna sesión decente de fuegos artificiales, y eso que cada año lo tengo fácil: el castillo de fuegos artificiales de Mérida se ve perfectamente desde el balcón de casa. Sabía más o menos como hacerlo: un ISO bajo (100), trípode y toma de varios segundos. Me fallaba el diafragma. Empecé abriéndolo mucho, y la consecuencia es que entró mucha luz, las nubes o el humo de los fuegos (ahora no estoy seguro de qué era) se iluminaba con la luz de los propios fuegos. Puede quedar bien, pero no es el mejor tipo de foto de este evento.
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