Parque natural de Cornalvo, agosto 2013
En estos días tiene lugar la lluvia de estrellas conocida como Perseídas o lágrimas de San Lorenzo, y aprovechando que casi no había luna, quería probar a fotografiarla. Me fui hasta Cornalvo para alejarme de la contaminación lumínica, pero había algo más de luz de la que esperaba encontrarme. Eso no era impedimento para colocar la cámara y apuntar a donde creía que debería haber más estrellas fugaces durante 22 minutos. El resultado es éste, pero como la cámara tarda en procesar (y no me apetecía quedarme más rato allí) no lo vi hasta que llegué a casa. Las estrellas que aparecen son las que entraron en el encuadre, ni rastro de ninguna otra. Tal vez porque sea tan fugaz que no ilumina lo suficiente para que la cámara la capte a ISO 100 (para evitar ruido). Y como el encuadre fue un poco a ciegas, tampoco hay ningún elemento más que le añada interés a la foto. Resumiendo, la pongo porque la tomé, no porque me haya convencido mucho.
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