Úbeda, abril 2010
No es esta la primera vez que hago una foto a algo reflejado en un sitio, y en concreto a una bola brillante. En esta situación lo difícil es conseguir un encuadre en el que no aparezca el fotógrafo, así que no hice nada por evitarlo, es más, me coloqué de forma que en el reflejo estuviese en el medio de dos edificios. Lo que necesitaría es un objetivo macro que me permitiese hacer este tipo de fotos desde más cerca, pero mi presupuesto no está ahora para ampliar el material fotográfico (sí para preparar el viaje del verano).
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