Ericeira, Portugal, agosto 2016
Aunque el título coincida con el de una película de Lars Von Trier, no tiene nada que ver, simplemente es el sentido literal, en el que el mar agitado frente a Ericeira rompía con fuerza en las rocas, levantando grandes cantidades de agua. No conseguí captar ninguna de las olas más grandes, pero tengo alguna muestra de un momento congelado.
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