Mérida, junio 2011
El pasado sábado hice una ruta senderista vespertina que llegaba a Proserpina. Al acabarla ya se hacía de noche, y aprovechando que la Vía de la Plata pasa por allí proyectaron parte de una serie documental sobre ella. La verdad es que estaba ya un poco cansado y no le presté atención, pero desde donde estaba sentado (en el suelo) tenía por delante la silueta de un espectador. Y eso es lo que quería fotografiar. Me doy cuenta de que debía haber buscado un ángulo un poco diferente para que esa cabeza no cayese justo en medio, sino a un lado. Y si hubiese llevado el zoom podría haber encuadrado mejor, pero no lo tenía conmigo. La foto la tuve que hacer en modo manual, abriendo al máximo el diafragma, con la ISO también al máximo, y una velocidad que me permitiese el pulso. El fotómetro me hacía cálculos demasiado generales para la iluminación que había.
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