Sortelha, Portugal, octubre 2008
Este perro sentado en medio de la plaza del pueblo, sin nadie al alrededor, quieto, da una sensación de tranquilidad. Es la sensación que tenía yo también visitando la zona. Por lo general no me encontré demasiada gente en la ruta que hice por las aldeas históricas de Portugal. Claro que el tiempo no acompañaba demasiado.
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