Ponferrada, octubre 2012
En una tarde gris no alumbraba el sol para dejar sombras marcadas, pero la luz del día sí que permitía otras sombras más suaves, difuminándose a medida que me alejaba de la calle. No busqué mucho la iluminación correcta, simplemente dejé que el fotómetro hiciese un promedio adecuado de la escena, consiguiendo este resultado que me gustó como quedó.
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