Peniche, Portugal, febrero 2009
En las puestas de sol no solo es interesante el sol acercándose a la línea del horizonte. También es muy interesante mirar el alrededor, ver como la luz anaranjada del atardecer lo ilumina todo. En este caso es a las pocas nubes que había en el cielo, que parcialmente lo tengo azul, y parcialmente naranja.
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