Por la forma de la playa, se formaba una balsa con una lámina de agua sobre la arena, que como siempre el agua, es una superficie especular. Es una foto rápida, sin tiempo de buscar el mejor reflejo.
Aunque el título coincida con el de una película de Lars Von Trier, no tiene nada que ver, simplemente es el sentido literal, en el que el mar agitado frente a Ericeira rompía con fuerza en las rocas, levantando grandes cantidades de agua. No conseguí captar ninguna de las olas más grandes, pero tengo alguna muestra de un momento congelado.
En una playa de Ericeira estaban estas gaviotas tan tranquilas, que se merecían una foto. Había más, pero quería un encuadre que no me cogiese agua, y tuviese a las aves en suficiente primer plano para que se apreciasen bien.
Desde la plaza Mayor del pueblo, hay una vista preciosa de la iglesia. Estaba ya anocheciendo, las luces encendidas iluminando el edificio, y era otra vista que aún no había tomado.
Estas fotos son muy recurrentes y habituales en el blog, las sombras que por la tarde proyectan algunos elementos. Lo que no me di cuenta, hasta que vi la foto en casa, es que la farola tenía algún cristal roto, lo que le da un puntito diferente.
Me gustan los tejados cuando tienen un tiempo, y las tejas no son solo rojizas, sino que cambian los colores, e incluso crecen plantas. Pueden no ser buenos para el propio tejado, pero para la fotografía sí es interesante, sobre todo si están a una altura accesible.
En una representación ambientada en la época del tesoro de Aliseda, tenían expuesta una pequeña figura de una cabra, no sé si tendría relación con dicho tesoro. Pero era interesante la sombra que proyectaba sobre la escalera de la iglesia, me gustaba casi más que la figura en sí.
Llevo un tiempo inactivo. En parte por falta de material nuevo, y en parte porque ha desaparecido Picasa, que es el lugar de donde cogía las fotos que ponía en el blog, y me estoy peleando con la nueva herramienta para hacer lo que quiero. A ver como sale.
Esta foto es sencilla de comentar. En Aliseda había una representación histórica, y tenían esta fruta expuesta. Sin trabajar mucho el momento, este es el resultado obtenido, sin procesado.
Aunque el fin de semana portugués fuese de relax, visitando bastante la playa, también hay espacio para una visita cultural a las ruinas romanas de Miróbriga. A parte de todo lo que hay a la vista, en este blog le suelo dedicar un espacio a detalles que pueden pasar desapercibidos, como la hierba que crece en los resquicios de las piedras, que tal vez forman parte de una calzada romana.
Canon EOS 400D + Canon EF-S 18-55 mm f/3.5-5.6 II (hasta enero 2014) + Canon EF 75-300 mm f/4-5.6 III (junio 2007 - enero 2014) + Sigma 18-250 f:3.5-6.3 DC OS HSM (enero 2014 en adelante)
Canon Powershot A70 (julio 2003 - junio 2007)
Minolta X-370s + Minolta MD Zoom 35-70 mm f/3.5-4.8 + Cosina 100-300 mm f/5.6-6.7 (abril 1998 - julio 2003)